Se habla muy a la ligera de la gestión emocional.

POR OLGA FERNANDEZ
06/05/2024

SE HABLA MUY A LA LIGERA DE LA GESTIÓNN EMOCIONAL

Se habla muy a la ligera de la gestión emocional.

 

Yo no explicaría la gestión emocional con el verbo "gestión", porque parece que te vas a poner a darle órdenes a tus sentimientos como si fuesen soldados y tú el general que les da órdenes. Esta no es la realidad de lo que sucede en nuestro interior y no tenerlo claro, y no saber el poder de los sentimientos, y no percibir la manipulación de nuestros propios pensamientos,... ese y no lleva a muchas personas a sentir culpabilidad por no poder dominar lo que sienten, cuando el foco no debe estar ahí.

 

Las emociones nos hacen enredarnos, dan una visión tan complicada que nos cuesta admitir la simplicidad de las cosas.

Pues, saber de emociones o de su supuesta gestión no garantiza que estés haciendo nada al respecto.

La intención de este artículo de blog es que arrojes luz a lo que te han contado sobre GESTIÓN EMOCIONAL, EMOCIONES,…

 

¿Me acompañas hasta el final?

 

Cuando aparece una emoción, de cualquier tipo, nunca es casual.

 

¿Cuál es el proceso? ¿Qué puedes decidir en este proceso?

El primer paso, que no implica que estés gestionando nada, es DARSE CUENTA. Ser consciente de que esa emoción nace, me atraviesa, se queda un ratito y se va.

El segundo sería analizar qué opciones de respuesta, de acción, puedo tomar frente a la emoción.

El tercero, en caso de que hayas superado el segundo, es elegir investigar qué creencia hay en mí, pensamiento (conexiones mentales), que producen esa emoción. Porque no olvidemos que una emoción ha sido provocada por un tipo de creencia inconsciente. Con este paso queremos llevarla al consciente.

Pues, explicado lo que esto de GESTIONAR UNA EMOCIÓN, aclaramos que la emoción en sí no se gestiona, lo que se lidera es llevar a cabo una respuesta diferente a la que siempre le doy a esa emoción y luego un trabajo de meditación y papel y lápiz de creencias.

 

¿Qué puede ayudarnos y en qué te quiero insistir?

En aquello que llevan todos los profesionales de la gestión emocional estudiado y demostrado: SI CONECTAMOS CON NUESTRA AUTÉNTICA IDENTIDAD, TOMAMOS CONSCIENCIA DE NUESTRAS ACCIONES, ACEPTAMOS NUESTRO PASADO, PRESENTE Y VERDAD... Entonces es muchísimo más fácil y hay una fuerza de voluntad real en PONER ACCIÓN PARA GESTIONAR NUESTRAS ACCIONES CUANDO VIENEN LAS EMOCIONES.

 

¿Quieres otro secreto y una clave práctica realmente útil?

DESARROLLA TU CREATIVIDAD COMO HÁBITO, no me creas y practícalo. Olvídate de que para esto necesitas clases de nada, basta con ir a la playa y construir algo con la arena, imaginar figuras con las nubes, colorear,…

La creatividad es un huerto para que las emociones florezcan a la luz y dejen de estar reprimidas. De esta manera puedes suavizar esas olas revolucionarias de sentimientos encontrados. Y por supuesto tienes que agendar estos momentos en tu semana, NO QUEDA OTRA QUE BLOQUEAR LO QUE ES PRIORITARIO PARA SER FELIZ, si no es así pregúntate para qué narices quieres más años, más dinero, más salud,…

 

Es en mi tercer libro donde te cuento cómo desmontar creencias limitantes, cómo saber sobre qué tipo de pensamientos se sostiene, por lo que ahora no voy a detenerme en eso. No obstante, hablemos del tipo de mentalidad que, lo queramos reconocer o no, está sosteniendo nuestra vida, y esta nos lleva a vivir gran parte de las horas del día con un malestar genérico emocional, que además está interfiriendo en cómo experimentas tu vida y en cómo crear la que quieres.

 

Para modificar este malestar emocional que lo turbia todo no queda más remedio que sacar tiempo esporádicamente para escribir a papel y boli, preguntarnos qué pensamientos están basados en la verdad o en el temor, qué nos impide realmente saber quiénes somos.

 

Lo que vemos fuera es el reflejo de los filtros que tenemos para mirar el mundo, filtros que se han tejido de creencias, que no sabemos ni que tenemos. Es momento de hacerse preguntas a uno mismo. Algunos pensamientos cuesta más que otros transformarlos, pero todos son posibles de transformar.

 

¿Qué etiquetas he asignado a la vida?

¿Qué limitaciones me he impuesto que me impiden vivir en paz?

¿Tengo basura mental?

¿Qué pensamientos recurrentes me mantienen en un bucle?

¿Qué tipo de "valores" están estancando mi progreso?

 

Sería muy bueno incluir en el día momentos para estar contigo mismo sin distracciones. Solemos evitar quedarnos a solas con nosotros mismos y entrar en valoraciones del pasado y futuro. ¿Crees que no estás preparado para mirar hacia dentro? Todos lo estamos, lo creas o no. El ego no quiere que lo hagas porque LA VERDAD ENGANCHA, YA NO HABRÍA MARCHA ATRÁS.

 

No hay que sentirse culpable por no saber llevar la mente al presente y a la autoindagación. A esta sociedad, que nos invita a la ensoñación, distracción y evasión de nuestra realidad, no le interesa educarte en lo contrario.

Nuestra mente ha hecho falsas asociaciones para, según el cerebro reptiliano, "protegernos" del espacio, personas, ... que nos rodean. Toda esta supuesta protección es ilusoria. Sobre esto no puedo explicarte mucho más ahora, pero lo que te puedo resumir es que en las cavernas había que protegerse de grandes leones, el miedo a no cazar mamuts para todos,... y los peligros ya no están pero el cerebro reptiliano de protección se quedó con nosotros. Ahora nos creemos que nos protegemos del qué dirán los demás, los juicios sociales, etc.

 

Para esto hay solución, porque cuando hay una mala conexión en nuestra mente o un conflicto del que no se ha analizado la causa, entonces puedes darte permiso para ser un observador del proceso y elegir dar una respuesta diferente.

 

Por experiencia sé que cuando has sido maltratado, creces y te haces adulto, el maltratador ya no está en tu vida físicamente, pero la voz interna y los estímulos que te hacían tener que defenderte están ahí. Se quedaron aunque el maltratador se fue. Esto es algo que lleva muchísimo tiempo pero se puede transformar, comienza uno con DARSE CUENTA, ver las conexiones ilusorias o mal conectadas y entonces puedes trabajar muy poco a poco en nuevas reacciones.

 

Solemos repetir los mismos caminos emocionales incluso cuando no benefician nuestra vida. Siempre el mismo proceso: estímulo, anhelo, respuesta, recompensa y creencia.

No podemos ser libres hasta que comprendamos que somos prisioneros de esto y que podemos hacer algo diferente.

No puedo ir cerrando este articulo blog sin decirte que para darse cuenta hay que permitir que las emociones nos atraviesen, y esto es difícil de digerir.

 

Cualquier emoción que rechaces de ti mismo es un ataque contra ti mismo. Es necesario implicarte en los sentimientos que te están atravesando para poder entrar en la observación sobre lo que es real o una ilusión.

 

Efectivamente, no somos ni nuestros traumas ni nuestros miedos, pero sí la voluntad de responder ante ellos de otra forma, y la capacidad innata de discernir si es real o no.

Por lo que humildemente, yo llevo transitando todo esto de darse cuenta, te puedo decir que la aceptación, vivir más en presente, observar mi inconsciente, etc., me han ayudado muchísimo. El pasado ha dejado un poco de tener poder sobre mí y el futuro ha dejado ligeramente de ser una cosa con la que distraerme para no aceptar la verdad, mis verdaderas creencias ocultas y los sentimientos que habitan en mí.

 

Responde a preguntas por escrito como: ¿Dónde he depositado mi paz? ¿En poder de quién está la paz que por naturaleza soy? ¿Y mi felicidad?

 

Algunas claves prácticas:

No te creas todo lo que piensas, porque lo pienses no ha de ser cierto.

Es un error creer que la información recibida no nos ha afectado, no nos ha hecho daño o condicionado nuestra capacidad de vivir.

 

Es duro decir que la única persona que sigue queriendo ver, pensar y sentir el mundo como lo hace es uno mismo, porque tiene la capacidad innata de darse cuenta y dar una respuesta diferente a lo que en su día lo condicionó pero no lo hace por adicción emocional a la recompensa que recibe de seguir el bucle emocional que siempre ha elegido.

 

El ego nos impide ver esto y siempre necesita identificar un problema para justificar la emoción que siente por el ataque que algún estímulo le ha provocado.

 

Sabiendo esto, puedes llevar esta pregunta siempre contigo: ¿Este pensamiento me limita o me ayuda a crecer internamente?

 

Otro asunto muy importante: QUE SOCIAL, FAMILIAR, PROFESIONALMENTE… COMPARTAMOS CREENCIAS NO SIGNIFICA QUE SEAN VERDAD.

 

El inconsciente va a insistir siempre, quiere hacerse oír. La única opción que tenemos es dejar de ocultar o frenar lo que sentimos, sin cuestionar la causa, creencias, etc…

 

¿Quién sería yo si diera una respuesta diferente cuando la emoción aparece?

 

Empieza por las olas emocionales muy pequeñas, comienza a surfearlas con la espuma de la orilla.

Utilizamos cookies propias y de terceros para el análisis de tus hábitos de navegación y realizar estudios estadísticos, mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias y compartir o mostrar contenido de este sitio web en redes sociales. Si continúas navegando, consideramos que aceptas la utilización de cookies. Puedes obtener más información en nuestra Política de Cookies.